Crítica en «Clásica2»: Dimitry Shostakovich: 24 Preludios y Fugas Op. 87, interpretados por Marisa Blanes

  : prensa

El sello Ibs Classical acaba de publicar un excelente álbum con los 24 Preludios y Fugas Op. 87 de Dimitri Shostakovich, en su versión integral, interpretados por la pianista y doctora en Música por la Universidad Politécnica de Valencia, Marisa Blanes. 3 discos que recomendamos encarecidamente a los amantes de la música.

 

 

MARISA BLANES: 24 PRELUDIOS Y FUGAS OP. 87 DE SHOSTAKOVICH

Del cuidadísimo y bien documentado libreto que acompaña a los 3 discos que integran este álbum, por cierto, una de las características que siempre encontramos en los discos del sello Ibs Classical, y a modo de presentación de la obra, queremos destacar aquí los siguientes apuntes:

La tonalidad abolida o la tonalidad diluida, tal fue el dilema que condicionó la creación musical del siglo XX. Dimitri Shostakovich nos legó un documento de alto valor musical e histórico: los 24 preludios y fugas opus 87, escritos para piano en homenaje a Johann Sebastian Bach entre 1950 y 1951, optando por la evolución y no por la encrucijada de la ruptura. Sin renunciar a sus credos estéticos, Shostakovich propone un discurso de singular actualidad en el que la tonalidad y la modalidad no se producen como antinomias sino como aglutinantes de un discurso renovado desde los paradigmas de la razón histórica hasta las nuevas hipótesis de un lenguaje musical de libre expresión”. (…)

Muchos son los elementos que vertebran el curso de estos 24 Preludios y Fugas op.87, unos estructurales, otros formales y otros de carácter agógico o dinámico, siendo cada uno de ellos componentes de un discurso que debe ser interpretado como una unidad dramática y dialéctica coherente en sí misma y no como una serie de ejercicios de carácter pedagógico” (…)

Ante semejante declaración conceptual de la obra, y de la manera en que debe ser interpretada, es evidente la dificultad de la empresa a la que se ha enfrentado Marisa Blanes. Y tengo que decir que el resultado me parece extraordinario y, sobre todo, conmovedor.

Siguiendo la motivación que inspiran los apuntes arriba expresados, me propuse hacer una escucha integral, atenta, y profunda. Un viaje sonoro lleno de maravillosos “paisajes” que se suceden sin solución de continuidad pero, como muy bien quedo dicho líneas arriba, van configurando esa unidad dramática y dialéctica que, poco a poco, se nos muestra como indiscutible. Pero si bien eso es así, es evidente, también, que obliga a una interpretación que sea capaz de mantener la unidad requerida. Una obligación que se traduce en un profundo conocimiento de la obra, una sensibilidad extraordinaria capaz de mostrar los innumerables matices que Shostakovich nos propone y, sobre todo, una técnica pianística que sea capaz de no hacernos perder la concentración para la necesaria escucha profunda y evite que caigamos en la sensación de que estamos ante los también comentados ejercicios pedagógicos inconexos e independientes.

Pues bien, después de escuchar a Marisa Blanes, tengo que afirmar que estamos ante una interpretación memorable que nos abre caminos nuevos al disfrute de la música en general y de la música de Shostakovich en particular. Parafraseando a Fray Luís de León en su loa a la música de Salinas, y permítase cambiar manos por mano, podemos decir que escuchando este álbum:

El aire se serena, y viste de hermosura y luz no usada, Marisa, cuando suena la música extremada, por vuestras sabias manos gobernada

Fuente:
Manuel López-Benito
clasica2.com

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